la Semana Santa
en Sevilla
Mi mujer trajaba
como una guia en Sevilla, junto con una guia urbana con un nombre típico
espanol: Sol de Perez de Guzman. Estuve por la primera vez en Sevilla
y me encanté mucho: las calles
estrechas, las barras de tapas, cenar en la medianoche, la siesta de una hora a
las siete, el calor pesado en la ciudad, el ritmo lento de la vida, hablar con
manos en voz alto. Callejeé en las calles estrechas, bebé café en la terrazza
que estaba abierta. Vi chicas en ropas que solo he visto en teatro,
en vestidos largos, en colores claros, amarillos, rojos, azules; con abanicos
en sus manos, los labios rojos, ojos
negras: todos los colores, las mujeres maquilladas, el calor. Sevilla era una
chaqueta que me ajusté. La primera noche comieron en el techo de "El Corte
Inglés", Sol concecio mucho gente. Hablé horas con una mujer que trabajaba
en El Corte Inglés despues cinco clases
espaňol y cinco vasos de vino blanco. Me gustaba hablar con la mujer, me gustaba
El Corte Inglés, me gustaba Sevilla.
A las doce en la noche estuvamos en un balcon de
una familia ilustra en Sevilla donde las
procesíones pasarián. En la calle
estrecha estuvieron mucha gente, en el
habitacíon estuvieron hombres y mujeres, bebiendos mucho vino de botellas,
sentandos en las sofas,
hablando, riendo,
emborrachando. No mas alcool, quise ir en la calle, entre la gente, degustar la
atmósfera, oler la calle, sentir
la gente, oir el ruido de los tambores llenaron la calle, el ritmo de la noche santa.
Hombres miraron a una direcíon, mujeres mayoras sentandas en las sillas
de madeira pudrian a pie, algunas de ella con un velo negro. Vi una mujer a
lado de mi con ojos llenos de lágrimas. Allí se encontraron, los tambores, los
hombres con capriteses ( puntmutsen), los
nazarenos ( de boetelingen ), inquietando. Sol, una amiga de Sevilla, explicó que era solo para hombres, ir con
capriteses, como un nazareno. "Dios
es un hombre, decia el Biblio y solo hombres pueden cometer errores? Dios es un
milagro, hacido por hombres y para hombres". Esos eran mis pensamientos a
eso momento cuando los vi. Muchos procesíones ibas por la ciudad,
callejeamos en Sevilla. Me quedé sorprendido de todo, impresionada. En
una calle no pudemos continuar, la calle estaba lleno de gente. Un gran paso:
El Virgin con una lagrima sobre la mejilla. Abajo el paso de mas que 20.000
kilos, dijo Sol, fuieron tambien nazarenos descalzos: los costaleros. Hacer
penitencia es una tarea dificil: no ser
demasiado borracho, dar guinos a chicas, durante la pausa correr en un bar para beber alcool De
repente el paso paró: una mujer, que estuve en un balcon, empezo cantar un
saeto a capello. "La macarena,
guapa, guapa lo suene, un gran aplauso.
Callejeamos en
los calles, veiamos muchas procesíones, muchos nazarenos, la pasíon en Viernes
Santo. Lo sé seguramente:"Dios ha hecho por los hombres, para los hombres,
los hombres creen una semana por aňo, una historia fantástica, una tradicíon
que debe continuar por aňos y aňos. Con
un gran guino
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